Redacción. Madrid
Científicos del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH, en sus siglas en inglés) de Canadá han descubierto que algunas de las dramáticas diferencias observadas entre los pacientes con esquizofrenia se pueden explicar por un solo gen que regula un grupo de otros genes relacionados con un mayor riesgo de padecer este trastorno.
Aristotle Voineskos.
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En concreto, según explican los autores en la revista 'Molecular Psychiatry', se ha observado que las personas con esquizofrenia que tenían una versión particular del gen microARN-137 (o MIR137), tienden a desarrollar la enfermedad a una edad más joven y tienen características distintas en su cerebro, asociadas a un peor pronóstico de la enfermedad.
El tratamiento de la esquizofrenia es particularmente difícil ya que la enfermedad puede variar entre unos pacientes y otros. De hecho, mientras hay quienes permanecen hospitalizados durante años, otros responden bien al tratamiento.
"Lo que es interesante acerca de este estudio es que podríamos tener una respuesta legítima de por qué se producen algunas de estas diferencias", explicó Aristotle Voineskos, médico-científico en el Instituto de Investigación de Salud Mental Campbell Family.
De hecho, ha reconocido que "en el futuro se podría utilizar este gen para saber el pronóstico y cómo una persona puede responder al tratamiento".
Los investigadores estudiaron el gen MIR137, que está implicado en la activación y desactivación de los demás genes de la esquizofrenia, en 510 personas que viven con esquizofrenia. En ellos descubrieron que los pacientes con una versión específica del gen tendían a desarrollar la enfermedad a una edad más joven, alrededor de 20,8 años de edad, en comparación a 23,4 años entre los que no tienen esta versión.
"A pesar de que tres años de diferencia en la edad de inicio puede no parecer mucho, esos años son importantes en el desarrollo final de los circuitos cerebrales en el adulto joven", ha añadido el doctor James Kennedy, director del Departamento de Neurociencia del CAMH. "Y esto puede tener un impacto importante en la evolución de la enfermedad", ha añadido.
En una parte separada del estudio, que involucró a 213 personas, los investigadores utilizaron resonancia magnética con tensor de difusión y resonancia magnética cerebral (DT-MRI).
Cerebro con características únicas
Gracias a ambas técnicas encontraron que los individuos que tenían la versión de este gen en particular tienden a tener unas características únicas de su cerebro, entre las que están un hipocampo más pequeño y ventrículos laterales más grandes.
Además, estos pacientes tienden a tener más deterioro en tractos de sustancia blanca, que son estructuras que conectan las regiones del cerebro y sirven como las autopistas de la información del cerebro.
La realización de estas pruebas permitió detectar versiones de este gen que podrían ser útiles para tratar antes y mejor a los pacientes.
"Esperamos que en un futuro no muy lejano podamos utilizar esta combinación de factores genéticos y de imagen cerebral para predecir la gravedad de una variante de esta enfermedad", dijo Voineskos.
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