Redacción. Madrid
Los trastornos psiquiátricos comunes, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la depresión, tienen una relación "muy marcada" con la genética, que en ocasiones es compartida, y conocer este trasfondo biológico es fundamental para mejorar los tratamientos y la vida diaria de los pacientes.
Josep Antoni Ramos-Quiroga.
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Precisamente, avanzar en la medicina personalizada es uno de los retos de los científicos que, agrupados en el Consorcio Genómico de Psiquiatría, han ido avanzando en este sentido: en 2014 publicaron un artículo sobre 108 marcadores genéticos vinculados a la esquizofrenia, y ahora dan otro paso más.
En un estudio que publica la revista Nature Neuroscience, científicos adscritos a este consorcio han encontrado que algunos de estos trastornos comparten factores de riesgo genéticos comunes.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores compararon datos de 60.000 individuos de varios países -algunos de ellos sanos-, según ha explicado Josep Antoni Ramos-Quiroga, del Hospital Universitario Vall d'Hebron y uno de los firmantes de este trabajo.
Los distintos grupos de investigación de este consorcio aportaron, cada uno de ellos, datos de un total de cinco trastornos psiquiátricos (el equipo de Ramos-Quiroga del trastorno de déficit de atención por hiperactividad -TDH-), que luego se escudriñaron.
Si bien se han comparado cinco enfermedades, en el artículo de Nature Neuroscience se publican los datos comunes de tres patologías: esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar.
Así, los científicos concluyeron que estas tres enfermedades comparten aspectos del proceso de metilación de histonas ('llave' que modula el comportamiento de los genes y que actúa influenciada por el ambiente, lo que hace variar la expresión de algunos genes).
Esta vía molecular es la que mostró una asociación más fuerte entre las tres enfermedades, aunque hay otras.
Según Ramos-Quiroga, también se encontraron evidencias estadísticas significativas de que las tres comparten variaciones genéticas relacionados con el sistema inmunitario.
Para este investigador, este trabajo es un paso más para conocer mejor por qué pasa lo que pasa en cada una de estas patologías: "Si conocemos qué vías moleculares están alteradas a nivel genético, quizás podríamos diseñar opciones terapéuticas más específicas".
Ramos-Quiroga también ha señalado la importancia de dar una imagen diferente de la que muchas veces se tiene de estos trastornos, porque no solo se deben a cuestiones sociales, que son muy importantes, sino que tienen un trasfondo biológico muy marcado.
"Quien tiene una depresión no es porque sea un débil o quiera tenerla, sino porque tiene predisposición y una serie de circunstancias -como el estrés- la pueden desencadenar". |