Hiedra García Sampedro.
En los últimos años ha aumentado el número de casos de trastorno bipolar, “hay más porque se diagnostican mejor, fruto de la formación continuada de los médicos”, ha señalado a esta publicación Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona y organizador del XVI Simposio sobre Trastornos Bipolares.
Eduard Vieta.
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En el simposio se ha hablado de depresión unipolar –sin manía– cuando las personas presentan un episodio maniaco más tarde. “Por esta razón, siempre hay que hacer un diagnóstico provisional y por eso algunos autores importantes consideran que las depresiones recurrentes y el trastorno bipolar forman parte de la misma enfermedad”, comenta Vieta.
Este evento que se ha celebrado en Barcelona, supone una actualización anual, “y este año ha habido muchas novedades”, asegura Vieta. Se han tratado las cuestiones “más controvertidas y actuales alrededor del diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar”, comenta el psiquiatra del Clínic. Entre estas “nuevas formas de mirar el problema”, se encuentra la neuroimagen, que se va a utilizar cada vez más para confirmar no solo diagnósticos sino respuesta al tratamiento, pero que en la práctica aún no se aplica. Para abordar este tema, se ha contado con la presencia del experto francés en imagen cerebral Philippe Courtet.
Tratamientos farmacológicos
Por otro lado, se ha hablado sobre farmacogenética, “que está ahora muy presente”, asegura Vieta, quien apunta que “se están identificando polimorfismos que predicen respuestas a ciertos fármacos”. Sobre los medicamentos, los expertos han debatido cuál es la mejor manera de asegurar la adherencia del paciente, que se puede conseguir “utilizando formulaciones que son más difíciles de dejar de tomar, como los inyectables o los inhalados”.
Los avances se van incorporando a las consultas pero progresivamente, es el caso del nuevo tratamiento contra la agitación, la loxapina inhalada, que está disponible desde hace dos años, pero “no mucha gente lo ha utilizado”, recuerda Vieta. Por otro lado, hay fármacos que están a punto de aprobarse como la vortioxetina.
El evento ha supuesto una nueva vuelta de tuerca a la cuestión del glutamato, una manera de abordar los trastornos psiquiátricos, que en algunos casos ha fracaso y en otros ha funcionado, como la ketamina y sus derivados, que actúan por la vía del glutamato y están funcionando bien en depresiones graves. |