Hiedra García Sampedro.
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha sido la sede del XV Simposio sobre Trastornos Bipolares, que en esta edición ha abordado el tratamiento del paciente complejo que presenta cuadros de alcoholismo o síntomas mixtos de manía y depresión. “El objetivo de la jornada ha sido ayudar a los psiquiatras y especialistas en salud mental en general a manejar mejor a los pacientes de alta complejidad”, según ha comentado Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona y organizador del simposio.
Eduard Vieta.
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Entre el grupo de pacientes complejos con trastorno bipolar, los que presentan síntomas mixtos son especialmente difíciles de diagnosticar y de tratar. “Hay tratamientos para la manía y para la depresión, pero hay muy pocos que vayan bien para las dos cosas”, afirma Vieta. En esta enfermedad especialmente, “hay que tener una precisión de artesano” para administrar el fármaco, comenta el jefe de Psiquiatría del Clínic, quien recuerda que “si uno utiliza de forma demasiado brusca o radical un tratamiento, puede inducir a la fase inversa”. Por esta razón, en el simposio se ha buscado “enseñar a utilizar mejor los tratamientos, para que el objetivo sea la estabilización y no el corto plazo”, según Vieta.
La combinación de fármacos ha sido uno de los temas tratados en el simposio, tanto el experto alemán Stephan Leucht como Eduard Vieta han insistido en que es necesario realizar un uso racional de las combinaciones y además utilizar la psicoterapia y psicoeducación como apoyo al tratamiento farmacológico.
Intervención precoz
Jim van Os, de la Universidad de Maastricht (Holanda), ha sido el encargado de tratar el tema de la intervención temprana en los trastornos bipolares para evitar la progresión hacia la complejidad. Esta enfermedad es muy común que aparezca en la adolescencia “y es muy difícil distinguirla de los cambios de humor que son propios de esa edad”, asegura Eduard Vieta. Para tratar el trastorno bipolar en sus primeras manifestaciones “hay que ser muy prudentes, para no medicalizar lo que son comportamientos o emociones normales”, afirma.
Las pistas para un diagnóstico precoz de la enfermedad son varias. Los expertos recuerdan que la genética está muy implicada en el desarrollo de esta patología, por lo que es un factor de riesgo si algún familiar tiene trastorno bipolar. Otras pistas para el diagnóstico es si ya aparecen síntomas depresivos o eufóricos claros, o consumo de drogas o una bajada importante en el rendimiento escolar.
Abordaje del alcoholismo
Antoni Gual, jefe de la Unidad de Adicciones del Clínic, ha explicado las complicaciones del tratamiento al paciente con cuadros de alcoholismo y trastorno bipolar. “Son pacientes especialmente difíciles porque además de consumir alcohol, tienen alteraciones propias de la enfermedad y toman peor los tratamientos”, comenta Vieta. |