Redacción. Vitoria
Durante la celebración de la mesa redonda titulada ‘Los estados depresivos refractarios’ se llevado a cabo una ponencia sobre ‘estrategias farmacológicas en el tratamiento de la depresión resistente, a cargo de Alessandra Nivoli, del equipo de José Manuel Goikolea, de la Unidad de Trastorno Bipolar del Hospital Clínico (Idibaps, Cibersam) de Barcelona. La mesa ha tenido como moderador al investigador vasco Javier Meana, catedrático de la Universidad del País Vasco.
Alessandra Nivoli.
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En la misma, Nivoli ha señalado que “el estudio STAR-D muestra que hasta dos tercios de los pacientes no consiguen la remisión de su trastorno depresivo mayor tras un primer ensayo farmacológico. Además, se ha constatado que un tercio de estos pacientes sigue sin responder tras un segundo intento”. La depresión resistente al tratamiento (DRT) “está presente en un 50-60 por ciento de los pacientes con depresión mayor (unipolar o bipolar). El tratamiento es complejo y un gran porcentaje de pacientes que reciben tratamiento farmacológico adecuado muestra una insuficiente respuesta al tratamiento”.
“Esta situación ha aumentado el interés para las formas de depresión resistentes al tratamiento”, ha admitido la experta “aunque, desafortunadamente, pocos estudios han investigado las variables clínicas, genéticas y sociodemográficas asociadas al fracaso terapéutico recidivante, y por ello se requieren nuevos estudios específicos dirigidos a la depresión resistente al tratamiento”.
Estrategias farmacológicas para la depresión resistente al tratamiento
Nivoli ha puesto de manifiesto que “la respuesta a los antidepresivos constituye un fenotipo complejo en el cual están implicados diferentes factores clínicos, genéticos y ambientales”.
Asimismo, ha explicado que las estrategias farmacológicas contra la depresión resistente al tratamiento incluyen “la optimización del tratamiento actual, la combinación de diferentes antidepresivos, el cambio a un nuevo antidepresivo y la potenciación de un fármaco a través de la adición de otro fármaco de diferente clase”.
También ha expuesto que “el uso de algoritmo de tratamiento debe ser considerado en pacientes con depresión resistente, sin tener en cuenta si sufren una depresión unipolar o bipolar”. De igual modo, “las estrategias de cambios han demostrado una discreta eficacia”, mientras que “la potenciación del tratamiento con la combinación de litio o antipsicóticos atípicos (quetiapina de liberación prolongada, aripiprazol u olanzapina) es una opción valida”.
Estrategias no farmacológicas para la depresión resistente al tratamiento
La experta ha puesto de relieve que otras estrategias no farmacológicas “pueden ser útiles”, entre las que ha citado el uso de la terapia electroconvulsiva (TEC), la estimulación cerebral profunda (ECP) “que se presenta prometedora para el futuro”. Por otra parte, “el uso de la terapia cognitivo-conductual (TCC) se recomienda para la depresión resistente unipolar”.
La experta ha concluido señalando que “actualmente, se están investigando nuevas y prometedoras opciones terapéuticas con diferentes mecanismos de acción”. |