Redacción. Madrid
Algunos síntomas y rasgos de personalidad pueden predisponer a conductas adictivas a sustancias con las que se autorregulan deficiencias biológicas previas, es decir, las personas con trastornos de personalidad que consumen sustancias no lo hacen por problemas de carácter, sino porque padecen una enfermedad cerebral, por ejemplo y es una muestra, una alteración del sistema opioide endógeno. La mayor parte de las sustancias de abuso induce sus efectos de alivio gracias a la activación de dicho sistema.
Néstor Szerman.
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Esta idea, puesta de manifiesto por Nestor Szerman, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) durante el XVII Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado en Sevilla, podría abrir nuevas vías para el diagnóstico y sobre todo para el tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico de los pacientes con patología dual.
“La presencia de una adicción en pacientes con trastorno de personalidad o viceversa, de un trastorno de personalidad o rasgos desadaptativos en personas adictas es una realidad clínica ampliamente detectada. Sin embargo, no se conoce aún la etiopatogenia o la epidemiología de algunos trastornos, pero sí sus peculiaridades”, explica Nestor Szerman.
Juan Ramírez, del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones (SPDA) de Huelva afirma que “actualmente los límites entre el trastorno mental (TM) y el trastorno personalidad (TP) no siempre están claros y cada vez son más los clínicos que conciben los TP como auténticos trastornos mentales. En algunos casos se observa una estrecha relación y otros de inicio precoz son tan indistinguibles que nos planteamos la posibilidad de considerarlos como auténticos TM. Los trastornos de personalidad y las adicciones son un trastorno mental como otros”.
Trastorno límite de la personalidad y patología dual
Los estudios epidemiológicos destacan la elevada presencia del trastorno límite de personalidad “En casos de trastorno límite de personalidad (TLP) o personalidad esquizotípica, el consumo de tabaco y otras sustancias (legales o ilegales) alcanza porcentajes del 80 por ciento”, apunta el presidente de la SEPD. “Además, cuanto más grave es el trastorno mayor posibilidad existe de que se acompañe por un trastorno por uso de sustancias, como el alcohol u otras drogas. Los motivos, aún no suficientemente conocidos, comienzan a ser explicados por la investigación neurobiológica, que revela la implicación y disfuncionalidad básica en sistemas y circuitos cerebrales que implican a los neuropéptidos endógenos, como el sistema opioide, la oxitocina y otros”.
En esta misma línea, Ramírez revela que “aquí podemos encontrar la causa de la frecuente relación entre las autolesiones y el uso de sustancias en los pacientes límite: los síntomas alarmantes y comportamientos autodestructivos en los pacientes afectados pueden ser explicados por los intentos incontrolables e inconscientes para estimular su sistema opioide endógeno y el sistema de recompensa. Autolesión, prácticas sexuales de riesgo, restricción de alimentos, comportamiento agresivo o la búsqueda de nuevas sensaciones pueden interpretarse como forma de ajustar el cuerpo a modo supervivencia y con el fin de activar las reservas del sistema opioide endógeno”.
“Hasta ahora solo se conocían explicaciones psicologicistas a estas conductas, añade el doctor Nestor Szerman, ahora se sabe que lo hacen para poner en marcha la liberación de opioides y procurarse alivio. Otro método de conseguir ese alivio es el consumo de sustancias que impacten en este sistemas, como el alcohol y otros opiáceos”.
“Las sustancias con capacidad adictiva en contacto con las personas que sufren trastornos mentales añaden una nueva manifestación o trastorno psicopatológico con consecuencias conductuales, psicológicas y sociales muy graves, concluye el experto. Por este motivo, desde la SEPD insistimos en el abordaje integral de las conductas adictivas y los otros trastornos mentales”.
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