Redacción. Lleida
El servicio territorial de psiquiatría de los hospitales leridanos Santa Maria (HSM) y Arnau de Vilanova (HUAV) ha iniciado un nuevo protocolo para la prevención del suicidio en las comarcas de Lleida, que integra también la integración de la atención primaria y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), con el objetivo de dar una respuesta más rápida e integral.
Irigoyen, Castan, Alcántara y Puigdevall.
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La psiquiatra del Hospital Santa Maria y una de las impulsoras de la iniciativa, Ester Castan, ha explicado que "el objetivo marcado es conseguir la estabilidad psicopatológica y una orientación terapéutica cuidadosa para favorecer la capacidad de hacer frente a los problemas propios del individuo y promover una mayor participación e integración al entorno familiar y social", ha informado la Consejería de Salud.
Castan ha destacado que el Arnau de Vilanova atiende anualmente los casos de más de 200 personas que han intentado suicidarse.
De acuerdo con el protocolo, desde el servicio del HUAV, donde aproximadamente el 1 por ciento de las urgencias son relacionadas con conductas autolesivas, una vez se ha conseguido la estabilidad médico-quirúrgica del paciente, se realiza una consulta inmediata a la Unidad de Interconsultas y Psiquiatría de Enlace del centro.
Después de una evaluación y exploración psicopatológica del enfermo, se decide cuál es el plan terapéutico más adecuado, con la indicación de ingreso hospitalario o vinculación preferente al centro de salud mental y centros de atención primaria de referencia.
La revisión del nuevo protocolo de atención a la conducta suicida implica poner orden en los protocolos ya existentes e introducir nuevos elementos y medidas de intervención para los pacientes, como por ejemplo la atención en menos de 7 días en el centro de salud mental de referencia del paciente con conducta suicida de alto riesgo.
Los especialistas han optado por esta medida teniendo en cuenta que una vez que un enfermo tiene una tentativa, se multiplica el riesgo de repetición del gesto en enfermos que se encuentran en situación de importante sufrimiento psíquico.
La psiquiatra afirma que "se tiene que vencer la opinión que todavía se puede tener del carácter romántico, heroico o de la autodeterminación de la conducta suicida, cuando lo que se suele expresar es la desesperación más absoluta frente una situación vital insoportable y de gran sufrimiento".
Destaca "la importancia de poder detectar este sufrimiento, la soledad, el momento de crisis y desesperación vital desde la atención primaria o desde el centro de salud mental de referencia desde donde se pueden emprender acciones preventivas".
Castan deja claro que "la conducta suicida es muy compleja para hablar de causa y efecto y, efectivamente, en nuestro contexto social hay una alarma social entorno a los suicidios por situaciones que se dan a raíz de la crisis económica, pero no se puede tomar como un fenómeno epidemiológico porque, entre otras cosas, no hay dos suicidios iguales".
Por su parte, Antonio Alcántara, psicólogo de la Unidad de Interconsultas de Psiquiatría de Enlace del HUAV, explica que "a pesar de mantenerse los datos de casos de tentativa autolítica, se detecta un aumento de personas que no tenían historia previa en salud mental".
"Probablemente esto tenga que ver con la presión a nivel ambiental y social que sufren, que los puede llevar a un trastorno adaptativo con una conducta suicida", añade Alcántara.
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