Hiedra García Sampedro / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
La Sociedad de Psiquiatría de Madrid (SPM) comienza 2013 con el objetivo de impulsar su renacimiento, ya que según su presidenta, Marina Díaz-Marsá, la organización “estaba de alguna manera desatendida”, aunque su constitución data de los años 70. Una de las primeras actividades organizadas con este propósito ha sido una jornada sobre esquizofrenia celebrada recientemente, y que sirvió para dar a conocer la remodelada sociedad. De este modo, la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) tendrá una filial madrileña, y los psiquiatras madrileños contarán con su propia voz a nivel nacional.
“Aunque es antigua, nace con un espíritu muy joven, con muchas ganas”, ha confesado Marina Díaz-Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid cuya junta integra a profesionales de todos los ámbitos, universitario, centros de salud, hospitales, psiquiatras infantiles, etc. En este sentido, uno de los nuevos objetivos es incorporar también a los psiquiatras del ámbito privado porque “muchas veces están más desasistidos y más aislados”, asegura Díaz-Marsá.
Como cualquier otra sociedad, la SPM está encaminada a ser un vehículo entre la administración y los profesionales, en este caso, las consejerías de Sanidad y de Asuntos Sociales de Madrid, y los psiquiatras de la Comunidad, y aportar conocimiento para el establecimiento de planes estratégicos en salud mental. Por otro lado, otra de las líneas de actuación es ayudar a los psiquiatras, tanto veteranos como residentes, a continuar formándose y crear lazos entre los diferentes especialistas para temas de investigación.
Psiquiatría en Madrid
La investigación en psiquiatría en Madrid tiene “un buen nivel”, según la presidenta de la SPM, quien recuerda que la mayoría de integrantes de la sociedad pertenecen al Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam). “En Madrid se hace investigación biológica buena, en esquizofrenia, en depresión, en trastornos impulsivos o en trastornos de la conducta alimentaria”, apunta Marina Díaz-Marsá. Sin embargo, critica que Madrid adolece de una falta de relación entre las diferentes universidades y hospitales.
En cuanto a la relación con la Consejería de Sanidad, los psiquiatras madrileños ya han elaborado una carta dirigida al consejero en el que expresan su disponibilidad para elaborar los pliegos de la estrategia en salud mental y su deseo de que se respete el plan de salud mental vigente para que los enfermos con trastorno mental se mantengan “bien tratados y no se les desproteja”.
La prevalencia o las características de las enfermedades mentales en Madrid están en línea con las patologías en otras comunidades autónomas, sin embargo, Díaz-Marsá apunta que los especialistas que desarrollan su trabajo en Madrid deben tener presente que las enfermedades psiquiátricas de los inmigrantes debutan de forma diferente, ya que la Comunidad acoge a un número mayor de pacientes extranjeros. A esta peculiaridad sobre psiquiatría transcultural hay que sumarle una mayor prevalencia de patologías derivadas del estrés, por ser una ciudad grande con mucha presión a ese nivel. |
