Hiedra García Sampedro. Madrid
La neuroimagen ha aportado desde finales de los años 80 hasta la actualidad una mayor solidez al conocimiento de las enfermedades mentales; por esta razón, se está incluyendo cada vez más dentro de las guías clínicas de la especialidad de Psiquiatría como una prueba complementaria.
Miquel Bernardo.
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Según Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), la neuroimagen “no da el diagnóstico”, pero es una prueba complementaria para enfermedades mentales sobre todo graves, como las neurodegenerativas y las implicadas con alteraciones en el neurodesarrollo. Estas técnicas ayudan a establecer un diagnóstico y contribuyen a conocer la predicción evolutiva de los pacientes.
Para proporcionar el conocimiento sobre estas técnicas a los profesionales, se está desarrollando un curso on-line sobre Neuroimagen en Psiquiatría dirigido por Miquel Bernardo, y en el cual participan psiquiatras, médicos de Familia, neurólogos, y otros titulados como psicólogos, enfermeros o farmacéuticos.
“Es un curso básico que pretende dar información sólida por parte de los expertos y está pensado para gente que tenga una implicación en la clínica, que atienda a pacientes en el campo de la salud mental”, señala Bernardo.
En concreto, se intenta proporcionar un conocimiento detallado sobre las bases anatomofuncionales de los trastornos mentales. Al finalizar el curso, los alumnos adquirirán una serie de habilidades que les facilitarán la labor clínica, además de conocimientos sobre los diseños experimentales de neuroimagen que se utilizan en la investigación en psiquiatría y neurociencias.
El curso está acreditado con 5,4 créditos por el Consejo Catalán de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias y la Comisión de Formación Continuada del Servicio Nacional de Salud.
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