Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) ha denunciado las dificultades en el acceso a determinados tratamientos para los pacientes adictos a opioides y las desigualdades territoriales en el tratamiento de las adicciones.
Néstor Szerman.
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El presidente de la SEPD y jefe de Salud Mental Retiro del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Néstor Szerman, ha calificado de "escandalosas" las desigualdades territoriales que sufren los pacientes de Patología Dual que, ha añadido, "son tratados como ciudadanos de primera o de segunda según donde hayan tenido la suerte de nacer o residir".
Según el experto, "hay comunidades donde el acceso a determinados tratamientos para la adicción a opiáceos, está plagado de dificultades y barreras de tipo económico y, sobre todo, de tipo moral, que los hacen muy poco accesibles para los pacientes y para los profesionales".
Desde esta sociedad científica, "cuyo objetivo es tratar a nuestros pacientes y conseguir su mejor integración en la sociedad", lamentan que el paciente adicto esa valorado como un "sujeto marginal, que es adicto porque ha querido".
La mayoría de los adictos presenta una patología dual, es decir un trastorno mental además de su adicción. En este sentido, Szerman ha explicado que,, a diferencia de hace 20 años, hoy se sabe que "la vulnerabilidad a ser adicto viene de 'fabrica', provocada por una deficiencia genética, y que la adicción se produce cuando se entra en contacto con las drogas".
Hasta un 70 por ciento de los adictos a opioides presenta esta patología, aunque en opinión del experto y en la de los profesionales del sector, "el 100% de los pacientes adictos a opioides la padecen". Por lo tanto, recuerdan desde le SEPD, "el adicto es un enfermo, como lo es un diabético".
"Los médicos no curamos la diabetes, ni la hipertensión o el colesterol, pero los tratamos muy adecuadamente; igual ocurre con las adicciones", ha añadido Szerman, quien ha destacado que es importante ofrecer al paciente adicto un tratamiento adecuado e individualizado para mejorar su calidad de vida y facilitar su integración social.
La sociedad propone la integración de la red de adicciones en una red única y normalizada de salud mental, "donde las adicciones sean tratadas por expertos en adicciones y patología dual, porque no se deben disociar las adicciones de la patología dual". En este sentido, Szerman considera fundamental poder diagnosticar los otros trastornos que cursan junto con la adicción.
Sin embargo, esto no es siempre posible porque "el modelo de asistencia sigue basado en el del siglo pasado y por lo tanto, el paciente, todavía hoy en el siglo XXI, recibe un tratamiento marginal, en una red disociada del sistema nacional de salud y basado, en ocasiones, en criterios morales y no científicos", ha afirmado.
Por otro lado, ha recordado que "hoy en día tenemos otros fármacos para tratar la adicción a opioides con propiedades distintas a la metadona y, en muchos pacientes, podemos tratar trastornos mentales de forma distinta que si los tratáramos con metadona".
En este sentido, ha añadido que "es fundamental que los pacientes adictos a opioides tengan acceso no sólo a la metadona, sino al resto de medicamentos". Para ello, "el médico debe tener en su cartera de servicios la posibilidad y el conocimiento de ofrecer todos los fármacos que tenemos hoy en día para tratar con gran eficacia a los pacientes", ha concluido, no sin antes lamentar que se considera al paciente como un adicto sin más y se le trate habitualmente con metadona y, en muy pocas ocasiones, con los otros tratamientos.
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