Redacción. Madrid
El Hospital Universitario La Paz ha llevado a cabo un estudio, dirigido por Rosa Calvo y presentado en el Colegio de Psicólogos de Madrid en un acto presidido por la viceconsejera de Ordenación Sanitaria e Infraestructuras, Belén Prado. El estudio trata de poner en manifiesto la influencia de las emociones negativas en la distorsión de la imagen corporal en personas que presentan un factor de vulnerabilidad somatosensorial, es decir, una sensibilidad excesiva a los estímulos negativos y que puede ser un biomarcador de los trastornos de la conducta alimentaria.
Rosa Calvo.
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Siempre se ha tenido en cuenta un procesamiento emocional en estos trastornos aunque hasta ahora no se ha incluido en los tratamientos. El estudio concluye que si no se tienen en cuenta los aspectos emocionales las mejorías son inestables y llevan a recaídas. Según el estudio, las dificultades de regulación emocional aumentan en todas las pacientes, por lo que la enseñanza de las emociones, su reconsideración y afrontamiento saludable debería ser incluida en cualquier programa de tratamiento y prevención, especialmente en grupos de riesgo.
El estudio pone de manifiesto que los trastornos de la conducta alimentaria surgen en personas que desconocen la importancia de reconocer y expresar sus emociones y que tal conocimiento produce un efecto saludable sobre la salud física y psíquica. Disminuye la culpa de los pacientes y aumenta su esperanza. Además contrarresta el desanimo.
Unidad especializada
El estudio que ahora se presenta forma parte de un proyecto global del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario La Paz para la atención integral de estos trastornos. Así, La Paz incorpora en los próximos meses a su cartera de servicios la rehabilitación neurocognitiva de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria y tiene prevista la apertura de un comedor terapéutico para estos pacientes.
La Unidad de TCA del Hospital La Paz atiende al año una media de 164 pacientes y organiza tratamientos individuales y grupales para pacientes adultos y adolescentes, así como para familiares. En 2013 atendió un total de 206 pacientes en todo el área. En régimen de tratamiento intensivo se atendieron 30 pacientes nuevos y en total 126 pacientes entre adultos y adolescentes. Este programa de tratamiento intensivo se inició en 2012 y está dirigido a los pacientes nuevos, más graves o de larga evolución. En la Unidad de Hospitalización ingresan al año una media de 19 pacientes. En 2013 la estancia media ha sido de 17 días, lo que supone un descenso de 5 días en el tiempo de hospitalización de los pacientes, respecto a 2012. |