RedRedacción. Madrid
El fármaco rasagilina reduce levemente los síntomas negativos de la esquizofrenia, en especial la abulia, según revela un nuevo estudio publicado en Schizophrenia Bulletin.
Robert W. Buchanan.
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Los síntomas negativos de la esquizofrenia se caracterizan por la ausencia de emoción y respuesta, a diferencia de los síntomas positivos, como las alucinaciones y los delirios. Se agrupan en cuatro categorías principales, como ha explicado a la agencia Reuters el primer autor, Robert W. Buchanan, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Baltimore, EEUU): pobreza de lenguaje, baja capacidad de sentir afecto, anedonia y abulia o falta de motivación.
La efectividad de los fármacos es limitada y esos síntomas "son el principal determinante de una mala evolución", publica el equipo.
Estudios previos habían sugerido que la alteración del sistema de recompensas y de liberación de la dopamina influiría en la aparición de los síntomas negativos de la esquizofrenia.
Los inhibidores de la monoamina oxidasa B (MAO-B) elevan los niveles de dopamina sin los efectos adversos cardiovasculares de la inhibición de los MAO no tan selectivos, pero los estudios sobre el inhibidor de la MAO-B selegilina para tratar los síntomas negativos dieron distintos resultados.
El equipo de Buchanan investigó los efectos de un nuevo inhibidor de la MAO-B, la rasagilina, que, a diferencia del fármaco más antiguo, no se metaboliza en sustancias neurotóxicas. Ambos productos están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para tratar el Parkinson.
Al azar, 60 pacientes con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo y síntomas negativos persistentes recibieron 1mg/día de rasagilina o placebo durante 12 semanas. Tras ese periodo, el equipo detectó diferencias significativas entre los dos grupos en el resultado total de la Escala de Evaluación de Síntomas Negativos (SANS, por su sigla en inglés) y de la subescala de evaluación de la abulia de la SANS. El tratamiento con rasagilina redujo la abulia un 20 por ciento o en 12 de 26pacientes, mientras que el placebo proporcionó alivio a uno de23 pacientes.
Pero varios tests cognitivos no mostraron una mejoría con el tratamiento activo versus placebo.
"Si hiciéramos otro estudio, me concentraría en la utilidad del fármaco como terapia adyuvante del tratamiento psicosocial-dijo Buchanan por vía telefónica-. El aumento de la motivación observada podría ser importante para reforzar una intervención psicosocial". Le sorprendió que el medicamento no tuviera efecto en la función cognitiva.
"A pesar de la importancia del resultado, queda claro que los cambios más importantes en un individuo no son posibles sólo con los medicamentos y que lo más útil sería combinar la rasagilina con una intervención psicosocial", dijo.
"No exageraría el entusiasmo por recomendarlo, pero como hubo un efecto de este fármaco y la selegilina, lo mejor sería que un paciente que no respondió al resto de los tratamientos pruebe este medicamento", agregó.
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