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Miércoles, 23 de enero de 2013   |  Número 1
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EN PORTADA
ENTREVISTA A MIGUEL GUTIÉRREZ Y MIQUEL BERNARDO, PRESIDENTES DE LA SEP Y LA SEPB
“La psiquiatría española vive un buen momento en investigación y formación”
En los últimos años ha habido un gran progreso en el tratamiento de muchas enfermedades mentales

Hiedra García Sampedro / Imagen: Pablo Eguizábal y Adrián Conde. Madrid
Publicación Médica de Psiquiatría y Salud Mental comienza su andadura con una entrevista en su primer número a los presidentes de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), Miguel Gutiérrez y Miquel Bernardo, quienes han comentado el gran momento que vive la especialidad en cuanto al desarrollo en investigación y tratamientos, y también en formación, ya que el Ministerio de Sanidad ha aceptado sus planteamientos sobre troncalidad y la nueva especialidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil. Sin embargo, aún existen hándicaps que superar, como la falta de adecuación de los recursos a una prevalencia cada vez mayor de las enfermedades mentales.

Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, y Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.

¿Podrían comentarnos el funcionamiento de las sociedades y las principales actividades que desarrollan?

Miguel Gutiérrez:
Las dos sociedades actuamos en paralelo y nuestros grupos están muy cohesionados. Nuestros objetivos son algo diferentes pero complementarios. En ese sentido, tenemos muchas actividades y hacemos muchas cosas en común, quizás la más importante sea el congreso nacional que hacemos una vez al año en diferentes ciudades españolas. Pero también hay más actividades, grupos de trabajo, proyectos de investigación y proyectos editoriales.

Miquel Bernardo: Colaboramos en todos los proyectos en los que hay sinergias, tanto en aspectos de clarificación de la profesión como en los relacionados con la formación. La SEP es la sociedad que representa a los psiquiatras españoles, mientras que la SEPB se ocupa más de temas relacionados con las bases científicas de la psiquiatría, con el conocimiento biomédico y con la investigación. Dentro de las actividades formativas, a parte de los congresos, está la participación en actividades de tipo editorial. Se publica la Revista de Psiquiatría y Salud Mental, que es el órgano oficial de las dos sociedades y está orientada a dar difusión a la investigación que se realiza en España. Tiene tres años, pero en muy poco tiempo ha logrado colarse en el ranking de revistas de psiquiatría, está indexada, tiene ‘impact factor’ y refleja la vitalidad y el buen momento de la psiquiatría española en aspectos relacionados con la investigación. Luego tenemos otra revista, la de Psiquiatría Biológica, que es una cabecera antigua, tiene 20 años o más y está más orientada a la formación médica continuada, que ahora empieza una nueva etapa con las juntas que presidimos.

¿Cuál es el nivel de afiliación a las sociedades?

Miguel Gutiérrez:
Estamos en un buen momento de afiliación. Tendremos cerca de 1.200 afiliados, es una cifra muy considerable, porque el total de psiquiatras de España está en unos 4.000. La SEPB es una sociedad más específica y tiene menos afiliación, pero tiene un perfil más homogéneo.

Miquel Bernardo: La SEPB tiene una población más definida porque está vinculada a la investigación o a una concepción de la psiquiatría más biomédica y el número de afilados es más reducido, estamos cerca de los 500 socios, pero ha crecido exponencialmente en los últimos años. El nivel de afiliación está aumentando, estamos en un buen momento de la psiquiatría. Los socios de la SEPB están distribuidos en categorías en función de su trayectoria científica. Hay psiquiatras jóvenes investigadores, investigadores emergentes, investigadores consolidados. Se impulsa a que haya una carrera profesional dentro de los psiquiatras que están vinculados a la investigación, y gran parte de los socios están acreditados por un sistema que mide su actividad científica, por su productividad en publicaciones o vinculaciones a proyectos de investigación concretos.

Miquel Bernardo habla sobre el funcionamiento de las sociedades.

La representación de las sociedades a nivel institucional es muy importante.


¿Cuál es la relación con las sociedades regionales de psiquiatría?

Miguel Gutiérrez:
Tenemos una newsletter que nos permite comunicarnos con los socios, a través de noticias, de ofertas, de cuestiones relacionadas con la profesión. Dentro del marco relacional que tenemos las dos sociedades, y en este caso la SEP, figuran acuerdos con bastantes sociedades regionales, la gallega, la vasco-navarra, la valenciana, la catalana, la madrileña. Tenemos unas excelentes relaciones con todos los miembros de esas sociedades, que también pertenecen a las estatales. Pero además tenemos una proyección internacional, acuerdos firmados con instituciones muy importantes, el Royal College inglés, la Sociedad Brasileira de Psiquiatría, la Sociedad Chilena de Psiquiatría, con la portuguesa… Estamos incluidos en las grandes federaciones mundiales y prácticamente todas las europeas donde tenemos representantes.

A nivel institucional tenemos representación en muchos organismos, en la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), en el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud a través de la Comisión Nacional de Psiquiatría, donde se determinan los programas formativos de los psiquiatras y los recorridos docentes.  En este trabajo creo que hemos conseguido bastante éxito porque se han aceptado nuestros planteamientos en cuanto a la troncalidad y a la aceptación de la psiquiatría infantil como especialidad médica.

A pesar del buen momento de la psiquiatría, nos encontramos en una situación de crisis, ¿cómo está afectado a las dos sociedades?

Miquel Bernardo:
Sí se están produciendo recortes en todos los campos y se nota en las limitaciones en la dotación de recursos. La industria farmacéutica está también en una situación comprometida y esto hace que su colaboración con las sociedades científicas se vea restringida. La crisis se está notando a este nivel, pero no a nivel de afiliación, ni de desarrollo, ni de nuevos proyectos, ya que está sirviendo para estimularnos a buscar nuevas vías de financiación para que sean viables los proyectos, que son muy numerosos.

Primera reivindicación de la especialidad: adecuar los recursos a la prevalencia.

La prevalencia de las enfermedades mentales es muy alta.


¿Cuáles dirían que son las principales reivindicaciones de la psiquiatría?

Miguel Gutiérrez:
Tenemos una reclamación histórica. Reivindicamos para la psiquiatría el mismo tratamiento que para cualquiera de las especialidades médicas. A pesar del desarrollo importantísimo que ha tenido la psiquiatría en los últimos 20 años en España, todavía se puede afirmar que seguimos siendo la hermana pobre de la medicina. Los recursos que se nos asignan casi siempre están por debajo de las necesidades y del desarrollo de la propia psiquiatría y del dispositivo de salud mental. En psiquiatría ha habido un desarrollo importante y muy esperanzador de cara al futuro, lo que ha permitido que tengamos unos profesionales a todos los niveles, no solo médicos, sino también de enfermería y de otros profesionales sanitarios, cada vez mejor formados y cada vez más competitivos en ese sentido. Tenemos que estar orgullosos de eso. Tenemos buenos equipos, tenemos buenas ideas y una formación tan buena como el que más, entendemos que no se nos asignan los recursos que merecemos.

Miquel Bernardo: Está claro que hay un desfase entre la prevalencia y la presencia de la patología psiquiátrica y de los profesionales con el retorno que se recibe. Es así en España y también en Europa. No debemos olvidar que uno de cada cuatro ciudadanos tiene un trastorno mental. El retorno que se recibe en recursos económicos para la atención a estos ciudadanos es mucho menor que en otros campos. Se destina mucho más dinero a otras patologías que tienen prevalencias más bajas. Y eso está recogido ya por la comisión europea, la estrategia de salud de la comisión europea implica que para el 2013-2023 es prioritaria la atención a la salud mental. Se está elaborando una hoja de ruta de cómo conseguir más fondos, porque se destinan proporcionalmente mucho menos dinero que al cáncer o a la patología cardiovascular. Por eso se están haciendo muchas campañas, de la década del cerebro, de la década de los trastornos mentales…

Hoy en día está demostrado que la psiquiatría es tan eficiente como cualquier especialidad médica. Y como decía Miguel, sigue siendo, a pesar de que estamos al mismo nivel ni más ni menos que cualquier especialidad médica la hermana pobre en los recursos que se reciben.

Miguel Gutiérrez: Quizás otro problema que habría que recordar es que tenemos que estar siempre combatiendo el estigma que acompaña a la enfermedad mental, al enfermo que padece, pero también al profesional. Es un debate continuo que tenemos a diario. Pero hay que recordarlo porque es muy injusto y sigue vigente, aunque atenuado.

Los doctores Gutiérrez y Bernardo en un momento de la entrevista con la redactora Hiedra García.

¿Cuáles son esas patologías y cómo se reflejan en la población?

Miquel Bernardo:
La psiquiatría se ocupa de las enfermedades mentales, que como decimos son extraordinariamente prevalentes, uno de cada cuatro españoles tiene una enfermedad mental. Las enfermedades mentales se clasifican en dos grandes apartados. Primero están las frecuentes y prevalentes pero que son menos graves: la ansiedad, las depresiones menores, o el abuso de sustancias. Luego existen los trastornos graves severos, donde está la esquizofrenia y el trastorno bipolar y otros trastornos graves como los de personalidad. Las patologías están diferenciadas y hay un volumen de investigación y de guías clínicas que están fundamentadas en evidencias. Los niveles de eficacia son los que existen en otras áreas y superiores a los de oncología o en otros terrenos de la medicina. La capacidad de respuesta que se obtiene con los recursos dados es satisfactorio y en los últimos años ha habido un gran progreso en el avance del tratamiento de muchas enfermedades mentales, que no se curan, no se resuelven al cien por cien pero se mejora sustancialmente, y eso repercute en una mejor calidad de vida de los pacientes.

Miguel Gutiérrez: El paciente tiene una actitud diferente a la hora de afrontar la enfermedad mental porque no tiene conciencia de estar enfermo. Tampoco hay una aceptación tan clara o tan diáfana como en las enfermedades físicas. Cuando un señor va al médico y le diagnostican una cardiopatía, asume su enfermedad y hace su tratamiento sin que le suponga ningún problema social. Cuando se le dice que tiene una enfermedad mental, hay personas que muestran reticencia a aceptarlo. Por otra parte, a la hora de evaluar resultados, hay niveles de eficacia importantes, no cabe duda de que la psiquiatría es muy eficaz mucho más que en otras disciplinas en las que no se cura nadie. Pero en definitiva, hay actitudes diferentes también a la hora de evaluar los resultados.

En el tratamiento de esas patologías, ¿cómo es la colaboración con otros especialistas?

Miguel Gutiérrez:
Las disciplinas médicas están todas interrelacionadas. Nuestro trabajo está soportado por la colaboración con muchos otros especialistas, neurólogos, analistas, internistas, en función de cada caso. Ya se ha terminado el modelo unidireccional de especialistas que no requieren de la colaboración de otros. Colaboramos con prácticamente todas las especialidades médicas o quirúrgicas en las complicaciones psiquiátricas que aparecen en el marco de una enfermedad física o de una patología quirúrgica.

La psiquiatría tiene una buena acogida en la universidad.

La Comisión Nacional de Psiquiatría pide no aumentar el número de especialistas.


En cuanto a la formación de los psiquiatras, ¿cómo ven las dos sociedades el futuro cambio del modelo formativo con la troncalidad?

Miguel Gutiérrez:
La psiquiatría es un tronco, por tanto, no va a variar nada, sino que refuerza nuestra posición. Seremos un tronco independiente que va a tener una rama, la psiquiatría infantil. Por tanto, los psiquiatras van a seguir formándose como hasta ahora, y no va a haber grandes variaciones.

Miquel Bernardo: Un psiquiatra necesita una sólida formación psiquiátrica. La psiquiatría tiene un bagaje científico y doctrinal que justifica plenamente que sea un tronco, con un área específica, la infanto-juvenil. Está claro que se trata de una especialidad troncal.

Miguel Gutiérrez: Dentro del marco formativo de la psiquiatría existe una formación complementaria en medicina interna y en neurología, existe ahora y existía antes, no se modifica por el decreto de troncalidad.

Y en las universidades, ¿cómo es la formación en psiquiatría?

Miguel Gutiérrez:
La psiquiatría en la universidad ocupa el espacio que cualquier otra asignatura. Existe en prácticamente todas las facultades de medicina. Hay catedráticos, hay profesores titulares, asociados, y hay unos créditos que hay que cumplir como en cualquier otra disciplina.

Miquel Bernardo: En este sentido también la psiquiatría ha mejorado muchísimo desde épocas en las que era una asignatura considerada como ‘maría’. Ahora los estudiantes saben perfectamente que van a ser evaluados en el MIR, que la psiquiatría es importante, que sea cual sea su especialidad cualquier médico debe tener un bagaje sólido en psiquiatría y si son médicos de Familia, es muy importante por la prevalencia de las enfermedades mentales en la sociedad. Por tanto, la aceptación en la universidad es buena. Las optativas son elegidas por muchos estudiantes y el nivel de formación es muy bueno, satisfactorio.

Miguel Gutiérrez: En el marco formativo hay que decir que los médicos de Familia realizan rotaciones por los servicios de psiquiatría para complementar su formación porque es muy importante para ellos.

Las asociaciones de pacientes son muy importantes para la visibilidad de las enfermedades mentales, ¿cómo es vuestra relación con estas asociaciones?

Miguel Gutiérrez:
Existen desde hace ya muchos años, más que asociaciones de pacientes, son de familiares de pacientes. Ahora es cuando empiezan a surgir las de pacientes. Históricamente han prevalecido más las asociaciones de familias de pacientes que representaban fundamentalmente a familiares de pacientes con enfermedades muy graves, pero también ha habido iniciativas de otro tipo de asociaciones de pacientes afectados por trastornos de angustia, de crisis de pánico, aparte de las clásicas en relación a las drogas. Las relaciones son buenas, razonables, unas veces estamos más de acuerdo, y otras menos en sus planteamientos.

Objetivos de las nuevas juntas: visibilidad, potenciar los grupos de trabajo, ser interlocutores con las administraciones, desarrollar iniciativas de formación continuada, y más ...

Debido a la prevalencia de las enfermedades mentales, ¿sería necesario aumentar el número de especialistas psiquiatras?

Miguel Gutiérrez:
Es discutible porque el número de especialistas varía en función de la estructura que lo soporta. Creo que la tasa de psiquiatras es más baja que la de otros especialistas, en función de que la prevalencia es alta, pero el criterio de la Comisión Nacional de la Especialidad no es aumentar las plazas de una manera exagerada, es una tasa que se mantiene estable porque en estos momentos no hay un mercado laboral fácil para los psiquiatras. Hay psiquiatras en paro, y por tanto, no parece razonable formar psiquiatras sin tasa.

Finalmente, queríamos conocer cuáles serán los objetivos futuros de las dos sociedades…

Miquel Bernardo:
Nosotros hemos empezado recientemente, hace unos meses, nuestra nueva etapa. Pero tenemos unas líneas estratégicas que vamos a desarrollar en nuestra legislatura. Hemos encontrado unas sociedades que gozan de buena salud, pero queremos que todavía sean más vitales en todos los aspectos, potenciarlas en cuanto a su desarrollo estructural y en cuanto a perfeccionar los procedimientos y las estructuras que tenemos para conseguir nuestros objetivos de una forma más fácil.

Miguel Gutiérrez: Queremos potenciar los grupos de trabajo para que sean grupos de referencia para la sociedad en general, a la hora de asesorarse o de consultar cualquier tipo de problemas asistenciales en relación con la psiquiatría. También queremos que la visibilidad de las sociedades sea mayor, porque hasta ahora no ha sido demasiado clara y nos preocupa. Otro tema insoslayable en una sociedad de estas características es la formación continuada. Tenemos que estar siempre desarrollando iniciativas que se dirijan a los socios y que faciliten la formación continuada, con vistas incluso a que pudiera validarse en un futuro como una recertificación de la competencia de cada especialista. En ese sentido, nuestra idea, aunque hay que madurarla y pulir mucho, es ir en la línea de confluencia con los colegios de médicos, es lo lógico.

Miquel Bernardo: Debemos desarrollar también guías clínicas en las áreas en las que hay déficit. Guías de buena práctica clínica, consensuadas e impulsadas por las sociedades. Y plantear algunos temas de cara a la administración que pensamos que pueden ser útiles, contamos con ser interlocutores con las administraciones en la evaluación de las actividades relacionadas con la psiquiatría, elaborar informes sobre el ‘terciarismo’ en psiquiatría por ejemplo, sobre tratamientos y su eficiencia.

 

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