Hiedra García Sampedro. Madrid
La Comisión Europea está financiando el proyecto Roamer sobre prioridades para la investigación en salud mental, que comenzó hace un año y cuyas conclusiones se darán a conocer en 2014, según ha comentado a esta publicación José María Haro, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).
José María Haro.
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El Cibersam como coordinador, la Sociedad Española de Psiquiatría y otras entidades europeas participan en este proyecto. Se busca establecer una hoja de ruta de hacia dónde debe ir la investigación en salud mental. “La Unión Europea sabe que es un tema de gran impacto sanitario y que las políticas de investigación en cada uno de los países no están del todo coordinadas”, ha asegurado José María Haro quien dirige además la Fundación para la Investigación de San Juan de Dios.
Una de las actividades que se están desarrollando es recoger la información bibliográfica al respecto, sin embargo, el proyecto se basa fundamentalmente en las reuniones entre investigadores a quienes además se les plantean una serie de encuestas. Están involucrados además pacientes, familiares, otros profesionales de la salud mental, políticos y otros, porque la idea es “tener una visión amplia para que las recomendaciones sean lo más acordadas y consensuadas posibles”, según Haro.
Por ahora se está analizando la situación actual de la investigación y cuáles son los huecos de conocimiento sobre enfermedades mentales con el objetivo de avanzar en la mejora de la salud mental. José María Haro asegura que se ha constatado que la inversión en salud mental es más baja proporcionalmente que la dedicada a otras enfermedades.
Aunque las conclusiones tardarán en salir unos cuantos meses, José María Haro avanza que hay aspectos muy importantes en los que seguir investigando como el diagnóstico correcto de las personas con enfermedades mentales, conocer qué tratamientos funcionan para qué tipo de pacientes o desarrollo de nuevos tratamientos. También hay que avanzar en las medidas de prevención de las enfermedades.
En este sentido, el coordinador del proyecto asegura que hay un “50 por ciento de personas que tienen un trastorno mental y que no están diagnosticadas, y del 50 por ciento de las que están tratadas, la mitad o bien no lo están adecuadamente o no responden bien al tratamiento”.
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