Redacción. Barcelona
Un estudio liderado por el Instituto de Neuropatología del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) ha identificado un subgrupo de pacientes de esquizofrenia caracterizados por sufrir trastornos motores, ha informado el centro en un comunicado.
Las investigadoras Marta Barrachina, Thais Pereira, Marta Blanch e Izaskun Villar.
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El hallazgo, publicado en la revista electrónica 'Psychiatric Research' y financiado con fondos de La Marató de TV3 de 2008, se ha basado en el estudio de cerebros post-mortem de pacientes con esquizofrenia con la colaboración del Parque Sanitario de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) del Hospital Sant Joan de Déu y de la Universidad de Castilla La Mancha.
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave y los expertos consideran que agrupa a varias enfermedades que no están bien definidas ni caracterizadas por biomarcadores.
Los investigadores se han centrado en el estudio del receptor de la proteína Adenosina A2A, que está muy expresado en los ganglios basales del sistema nervioso central y está implicado en el control del movimiento.
Esta proteína, que inhibe la actividad del receptor de dopamina D2, está hiperactivada en pacientes con esquizofrenia y es una diana de los antipsicóticos típicos: "Hemos detectado que el 50 por ciento de los cerebros analizados tenía niveles muy bajos del receptor de Adenosina A2A", ha dicho la líder del estudio, Marta Barrachina.
Al comparar estos datos con la información clínica aportada por los investigadores clínicos del estudio, se ha observado que los pacientes presentaban trastornos de la motricidad.
Los expertos también han identificado un mecanismo epigenético relacionado con la disminución de la expresión del receptor, lo que permite constatar un nuevo subgrupo de pacientes con trastornos motores.
Estudio clínico
El descubrimiento abre las puertas a un estudio clínico basado en la radioimagen que permitiría detectar los niveles de la proteína Adenosina A2A e identificar a este tipo de pacientes, así como confirmar los resultados obtenidos en cerebros post-mortem.
El equipo de Barrachina ha propuesto aplicarles una terapia combinada específica de antipsicóticos y agonistas del receptor de la proteína: "De esta manera se favorecería su actividad y se podría reducir la dosis de antipsicóticos".
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