Marcos Domínguez. Madrid
En lo que llevamos de siglo XXI, los españoles han triplicado su consumo de fármacos para tratar la depresión, según un informe publicado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). En el año 2000, el número de dosis por cada mil habitantes y día (DHD) consumidas fue de 26,5. En 2013, el último año con datos, había aumentado hasta las 79,5 DHD.
Consumo de antidepresivos en España. Fuente: Aemps.
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España no es una excepción, ya que el uso de antidepresivos se ha incrementado en todos los países occidentales en los últimos años, según el informe. Entre las razones que explican este aumento se encuentra la cada vez mayor incidencia de los trastornos del estado de ánimo (en nuestro país la prevalencia-vida es del 10,5 por ciento, con una diferencia muy notable entre hombres y mujeres), pero también el mayor diagnóstico por parte de los médicos de Primaria y la extensión de las indicaciones terapéuticas autorizadas para estos medicamentos. Hay que tener en cuenta, además, que en este tiempo han aparecido fármacos nuevos como la duloxetina (en 2006) y la agomelatina (2009).
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son la clase más utilizada en este tiempo: el 70,4 por ciento del consumo total de antidepresivos en 2013 correspondió a este tipo de fármacos. En el periodo de tiempo que abarca el informe, su uso se incrementó un 159,3 por ciento, hasta las 52,9 DHD. El principal ‘culpable’ de esta tendencia es escitalopram, cuyo consumo ha pasado de 1,3 DHD en 2004 (cuando se lanzó al mercado) a 15,3 DHD en el último año estudiado. Solo se ha notado una ligera disminución de su consumo en 2012, tras emitir la Aemps una nota informativa que informaba sobre el riesgo de prolongación del intervalo QT del ECG asociado con el uso de dosis altas de este medicamento.
Los fármacos incluidos en el grupo ‘otros antidepresivos’ son los siguientes de mayor consumo: en 2013 se consumieron 23,6 DHD. Venlafaxina (8,6 DHD) y duloxetina (5,3 DHD) son los más utilizados. Al contrario que los anteriores grupos, los tricíclicos han disminuido su uso, con la amitriptilina como principio activo más tomado por pacientes con trastornos depresivos. El informe señala que el consumo de IMAO (inhibidores de aminooxidasa) “ha sido anecdótico en comparación con el resto de antidepresivos y ha descendido progresivamente”.
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