Hiedra García Sampedro / Imagen: Cristina Cebrián. Madrid
No todas las personas ingresadas en Psiquiatría son incapaces de tomar decisiones, igual que no siempre los pacientes hospitalizados en otras áreas tienen capacidad. El profesional de Psiquiatría debe ser “un experto” en la valoración de estos aspectos y contar con herramientas rigurosas de evaluación, según se ha hablado en el Seminario ‘Conflictos éticos en Psiquiatría y Psicoterapia’ organizado por la Fundación de Ciencias de la Salud y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (OMC).
Imagen de los participantes en la jornada celebrada en la OMC.
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En este seminario se ha comentado que antes de proceder a la actuación terapéutica, el profesional debe promover y dar las herramientas posibles para que el paciente logre ser capaz de tomar decisiones; incluso “retrasando el momento de la decisión”, como afirma Tirso Ventura, psiquiatra del Servicio Aragonés de Salud, profesor asociado de la Universidad de Zaragoza y miembro del Comité de Ética Asistencial del Sector Zaragoza II.
La capacidad mental del paciente se valora en base a tres criterios, si posee información relevante y suficiente, si actúa con voluntariedad, sin presiones, y si tiene una serie de aptitudes que permiten gestionar adecuadamente la información. Pero la capacidad se evalúa en relación a un acto concreto, si puede o no adoptar una decisión específica. El mayor predictor de la incapacidad de un paciente en Psiquiatría es su pérdida de insight, es decir, si no es consciente de que tiene una enfermedad, por lo que no podrá actuar con los requisitos que se presuponen para alguien con capacidad mental suficiente.
Limites difusos
“La Psiquiatría es la especialidad médica con más conflictos éticos”, ha señalado Blanca Morera, psiquiatra, magister en Psiquiatría Legal de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario de Donostia. Según Morera, la Psiquiatría adolece de un problema de límites nosológicos difusos que dificultan la definición de las buenas prácticas en el desempeño de la labor.
“Primero es necesario definir cuál es el objeto de nuestra praxis”, asegura Blanca Morera, quien recuerda que la Psiquiatría ha servido como “cajón de sastre” en el que han llegado a entrar desde demencias hasta fibromialgias, “todo lo que no tenía una base biológica”.
Por otra parte, la Psiquiatría cuenta con herramientas terapéuticas “que no tienen parangón”, según se ha comentado, “sin embargo, esa riqueza genera un problema, ya que hay que tener una visión integradora y saber cuáles son las herramientas idóneas para cada paciente”, asegura Morera, quien subraya que uno de los objetivos de la Psiquiatría es garantizar la formación ecléctica del profesional.
Guía sobre conflictos éticos en Psiquiatría
En esta jornada se ha presentado la Guía Ética ‘Conflictos Éticos en Psiquiatría y Psicoterapia’. Según Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud, se pretende enseñar un método de análisis de problemas éticos para que se pueda aplicar a casos concretos.
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