Redacción. Barcelona
Los criterios de diagnóstico psiquiátrico de las clasificaciones internacionales son de obligada utilización en la práctica clínica diaria y en la investigación. De lo contrario, un diagnóstico no se considera fiable o válido. Así lo ha señalado el presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, el doctor Diego J. Palao Vidal, a raíz del curso de formación en escalas clínicas de medición en psiquiatría.
Diego J. Palao, presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental.
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Actualmente, los instrumentos de evaluación psiquiátrica pueden ser de dos tipos: las entrevistas de diagnóstico psiquiátrico y las escalas de evaluación clínica. El primero está orientado a facilitar el diagnóstico específico, mientras que el segundo sirve para medir la gravedad del estado clínico, monitorizar la evolución y la respuesta al tratamiento, o, incluso, realizar un cribado de las patologías.
Según indica Diego J. Palao, "las escalas por sí solas no tienen valor diagnóstico", pero sí son necesarias para complementar y validar la entrevista, ya que facilitan la cuantificación de los síntomas y monitorizan la respuesta terapéutica a través de los cambios observados. Los ítems que se tienen en cuenta son, entre otros, la tristeza patológica, la pérdida de la capacidad de disfrutar, la astenia o fatiga, la pérdida de apetito y/o peso, las ideas de culpa o sentimientos de inutilidad, las alteraciones del sueño y las ideas de muerte.
En España, la escala más utilizada entre los especialistas es la Escala de Depresión de Hamilton. También cabe destacar la Entrevista de Depresión de Beck (BDI), que puede ser administrada por el propio paciente y valora de forma más completa los síntomas psicológicos de la depresión. En esta misma línea, hay la escala PHQ-9, que también puede ser utilizada por el propio paciente para monitorizar su estado clínico.
Esta última, la PHQ-9, se ha integrado en la Guía Computarizada de la Depresión, que estará disponible en la historia clínica informatizada del Instituto Catalán de la Salud en los próximos meses. Esto facilitará la evaluación y el seguimiento desde la Atención Primaria de las personas con depresión, así como la detección precoz del riesgo de suicidio.
Además, "el uso de esta escala puede favorecer el acceso de las personas con depresiones graves o con riesgo de suicidio en las consultas especializadas y contribuir a la lucha contra el suicidio, que tiende a incrementarse en situaciones de crisis ", añade el presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental de la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y de Baleares, que ha subrayado que la depresión afecta anualmente a un 10 por ciento de las personas atendidas en la Atención Primaria. |