Redacción. Londres
Científicos del University College London, en Reino Unido, han desarrollado un sistema conocido como 'terapia avatar' que podría ayudar a los afectados por esquizofrenia a controlar la enfermedad y silenciar las voces que oyen en su cabeza.
Imagen del avatar de una paciente.
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El estudio piloto ha incluido a tan sólo 16 pacientes, pero tras someterse a esta terapia casi todos dicen escuchar menos voces, al tiempo que se ha reducido la gravedad de la angustia que esto les ocasionaba.
La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico que afecta a aproximadamente uno de cada 100 personas en todo el mundo y entre sus síntomas más comunes están los delirios y las alucinaciones auditivas. De hecho, los pacientes incluidos en el estudio reconocían que es el peor síntoma de su enfermedad, ya que "no pueden pensar correctamente, ni concentrarse, ni trabajar, ni mantener relaciones sociales", ha explicado Julian Leff, autor de este sistema.
En la primera fase de la terapia, el paciente debe crear un avatar a través de un programa informático al que adjudica una cara y una voz. Entonces, el sistema sincroniza los labios del avatar con su discurso, lo que permite a un terapeuta hablar en tiempo real con el paciente a través de esta imagen.
El terapeuta anima al paciente a enfrentarse a la voz y, poco a poco, les va enseñando a tomar el control de sus alucinaciones, ya que van ganando confianza en sí mismos.
"A pesar de que los pacientes interactúan con el avatar como si fuera una persona real, ya que han creado ellos, saben que no puede hacerles daño, a diferencia de las voces, que a menudo les amenazan con matarles o atacar a su familia", según detalla Leff.
En el estudio piloto, tres de los pacientes, que hasta que ese momento habían sido atormentados por las voces durante su infancia, dejaron de oírlas por completo.
Cada sesión fue grabada y dada al paciente en formato MP3, lo que les permite llevar la terapia y "escucharla cada vez que se vea acosado por las voces".
El éxito de este programa ha propiciado que la organización médica The Wellcome Trust haya concedido al equipo de Leff una ayuda de 1,3 millones de libras (unos 1,5 millones de euros) para probar la terapia en un grupo más grande de pacientes.
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