Hiedra García Sampedro
Los expertos reunidos en el V Simposio sobre Trastorno Límite de Personalidad celebrado en Barcelona han señalado que las actuales clasificaciones de enfermedades “no facilitan” el diagnóstico temprano del trastorno límite de personalidad (TLP) porque lo limitan a partir de los 18 años, cuando hay evidencias de que a temprana edad se puede prever un posible TLP, sobre todo en la adolescencia.
J. Ezquerra y M. Gasol.
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Con un diagnóstico precoz, se puede empezar a tratar los síntomas de estos trastornos, porque se ha demostrado que los tratamientos “son muy eficaces”, según ha comentado a esta publicación Miquel Gasol, del Comité Organizador del Simposio y director del Servicio de Psiquiatría Hospital General Catalunya. Sobre todo, los expertos apuestan por las psicoterapias, pero también por distintos fármacos, dependiendo de los síntomas.
“El interés del Simposio era destacar que se debe observar y ser más cuidadoso en pacientes con una edad temprana”, según Miquel Gasol. Se habló de la predisposición genética y la importancia del trauma y el vínculo con la familia en la primera infancia. Los expertos señalan que la aparición de la enfermedad es causada por la suma de los dos factores (genético y ambiental). De todas formas, se ha confirmado que el 80 por ciento de los pacientes con TLP han tenido señales de abuso o descuido en la infancia.
En una segunda mesa redonda, se habló sobre el TLP en la adolescencia y cómo se presenta en esta etapa de la vida. Destaca la impulsividad, las reacciones agresivas y las drogas. Finalmente, en una tercera mesa redonda se trató esta dolencia en los pacientes adultos. En este punto se habló de las intervenciones necesarias según el tipo clínico del TLP. “Estos pacientes tienen una falta de regulación emocional y al mínimo problema reaccionan con impulsividad y conductas disfuncionales”, según Miquel Gasol.
La relación entre terapeuta y pacientes es fundamental para que puedan seguir aprendiendo las habilidades que no tienen y son necesarias. El tratamiento es fundamentalmente psicoterapéutico específico, con profesionales expertos en estas terapias. Especialmente, hay cinco psicoterapias validadas y que presentan una buena remisión sintomática en los pacientes: la focalizada en la transferencia, la conductual dialéctica, la basada en la mentalización, la psicoterapia de esquemas y la cognitiva analítica. Según Miquel Gasol, se ha demostrado que se llega a un 90 por ciento de remisión de síntomas en el transcurso de ocho o diez años. Sin embargo, el tratamiento falla a la hora de permitir una funcionalidad al paciente, “a la hora de trabajar, les cuesta más”, según Gasol.
La tipología de los fármacos que se utilizan depende de si predominan los síntomas afectivos o de tipo psicótico o impulsivo. El problema en este sentido es que existe un alto grado de comorbilidades en los pacientes con TLP, que pueden tener también trastornos bipolares, de uso de sustancias o de conducta alimentaria.
En cuanto a los avances en diagnóstico del TLP, los expertos aseguran que se ha avanzado en los estudios de neuroimagen, a través de los cuales se ha podido ver que los pacientes básicamente presentan una disfunción frontolímbica, aunque hay otros con alteraciones estructurales. |