Redacción. Barcelona
Los agentes glutamatérgicos podrían utilizarse algún día como nuevos tratamientos para los trastornos de ansiedad y del ánimo, según una nueva investigación presentada en el 26 Congreso de la ECNP celebrado en Barcelona.
Gerard Sanacora.
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“Nuestros resultados sugieren que el sistema glutamatérgico es un objetivo viable para el desarrollo de antidepresivos”, asegura Gerard Sanacora, de la Escuela de Medicina de Yale en Connecticut (Estados Unidos).
En su conferencia, el profesor Sanacora ha detallado el trabajo que realiza con modelos animales para ayudar a comprender cómo el estrés y otros mecanismos que pueden afectar a la función glutamatérgica pueden ocasionar cambios moleculares, celulares y de comportamiento en el cerebro que son característicos de la depresión. También ha presentado los resultados de un ensayo en fase II completo con un receptor antagonista no selectivo y único.
“Los fármacos que modulan la liberación, la absorción o la transmisión del glutamato, pueden prevenir o atenuar los cambios celulares y de comportamiento en los trastornos del ánimo”, ha explicado.
En los humanos, el receptor antagonista NMDA ha demostrado tener un efecto antidepresivo sorprendentemente rápido. El ensayo ha demostrado la habilidad potencial para disociar los efectos perceptivos y cognitivos de los receptores antagonistas NMDA de los efectos antidepresivos.
En los roedores, el equipo ha demostrado que el estrés tiene un impacto importante en la función de neurotransmisión del glutamato que parece estar relacionado con los cambios de comportamiento.
“Existe una literatura que se está extendiendo rápidamente que sugiere que el sistema neurotransmisor glutamatérgico se altera en los cerebros de las personas que sufren trastornos del ánimo”, explica Sanacora. Cada vez hay más pruebas que señalan que el estrés puede alterar la función glutamatérgica normal en el cerebro y puede ser un mecanismo que contribuye a la patogénesis de muchos trastornos neuropsiquiátricos relacionados con el estrés.
“Ante todo, nuestros descubrimientos sugieren que la vía glutamatérgica es un objetivo viable para el desarrollo de fármacos antidepresivos”, concluye Sanacora.
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