Redacción. Berlín
La mitad de los pacientes que sufren depresión (trastorno depresivo mayor) no responde al tratamiento con ISRS (Inhibidores de la recaptación selectiva de serotonina). Ahora un grupo de investigadores holandeses han llevado a cabo un estudio que muestra que el aumento de la ingesta de pescado graso parece aumentar la tasa de respuesta en pacientes que no responden a los antidepresivos. Este trabajo se ha presentado en el Congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ENCP) en Berlín.
Roel Mocking.
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Según el investigador principal, Roel Mocking, de Ámsterdam: “Estábamos buscando alteraciones biológicas que pudieran explicar la depresión y la no respuesta a los antidepresivos, por lo que combinamos dos medidas aparentemente no relacionadas: el metabolismo de los ácidos grasos y la regulación de la hormona del estrés. Curiosamente, hemos visto que los pacientes deprimidos tenían un metabolismo alterado de ácidos grasos, y que este metabolismo cambiado fue regulado de manera diferente por las hormonas del estrés".
Los investigadores estaban buscando la relación entre la depresión y los ácidos grasos, y varias hormonas, incluyendo la del estrés cortisol. Se analizó a 70 pacientes con depresión y se comparó con 51 controles sanos, mediante la medición de sus niveles de ácidos grasos y de cortisol. Luego dieron a los pacientes deprimidos 20mg de un ISRS al día durante seis semanas, y en aquellos que no respondieron a la dosis de ISRS se aumentó gradualmente hasta 50 mg / día. Se midieron los niveles de ácidos grasos y de cortisol durante el juicio.
Descubrieron que los pacientes con TDM que no respondieron a la ISRS también tendían a tener el metabolismo del ácido graso anormal, por lo que comprobaron los hábitos alimenticios de todos los que participaron en el ensayo. El pescado graso es rico en ácidos grasos, como el conocido Omega-3 DHA. Así que los investigadores analizaron la cantidad de pescado graso en la dieta de todos los involucrados en la prueba. Se clasificó a los pacientes en cuatro grupos, según su consumo de pescados grasos, y descubrieron que los que tomaron menos pescado tendían a responder mal a los antidepresivos, mientras que los que tenían más pescado en su dieta respondieron mejor a los antidepresivos. Los que comían pescado graso al menos una vez a la semana tenían un 75 por ciento de probabilidades de responder a los antidepresivos, mientras que los que nunca comían pescado graso tenían solamente un 23 por ciento de probabilidades de responder a los antidepresivos.
Para el investigador Roel Mocking, “esto significa que las alteraciones en el metabolismo de los ácidos grasos (y su relación con la regulación de la hormona del estrés) se asociaron con la futura respuesta antidepresiva. Es importante destacar que esta relación se asoció con el consumo de pescado graso, que es una importante fuente dietética de ácidos grasos omega-3. Estos hallazgos sugieren que las medidas de metabolismo de los ácidos grasos, y su asociación con la regulación de la hormona del estrés, podrían ser de utilidad en la clínica como un indicador temprano de la futura respuesta antidepresiva. Además, el metabolismo de ácido graso puede estar influenciado por el consumo de pescado, que puede ser una manera de mejorar las tasas de respuesta antidepresivos".
"Hasta el momento se trata de una asociación entre los ácidos grasos en la sangre y la al antidepresivo; así que no es necesariamente un efecto causal. Nuestro siguiente paso es analizar si estas alteraciones en el metabolismo de ácidos grasos y la actividad hormonal son específicos para la depresión, por lo que en este momento estamos repitiendo estas mediciones en pacientes con trastorno de estrés postraumático y esquizofrenia".
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