Redacción. Madrid
Una nueva investigación de la Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, revela que el consumo de opiáceos altera la actividad de una proteína específica que se necesita para el funcionamiento normal del centro de recompensa del cerebro. Los investigadores fueron capaces de bloquear la proteína, así como de aumentar su expresión en el núcleo accumbens de ratones, un componente clave del centro de recompensa del cerebro, alterando dramáticamente las acciones de los opioides como la morfina.
Venetia Zachariou.
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Este estudio preclínico, publicado en la edición digital de la revista ‘Neuropsychopharmacology’, es el primero en mostrar que el uso de opioides cambia la actividad de las proteínas RGS9-2 y altera el umbral de alivio del dolor y afecta a la tolerancia opioide.
"Hemos sido capaces de bloquear los comportamientos relacionados con la adicción pero el aumento de la actividad de la proteína también redujo la respuesta de alivio del dolor a la morfina y los ratones desarrollaron tolerancia a la morfina mucho más rápido", resume la investigadora principal del estudio, Venetia Zachariou, profesora asociada del Departamento de Neurociencia del Instituto Friedman del Cerebro del Departamento de Farmacología y Terapéutica de Sistemas en la Escuela de Medicina Icahn Fishberg en Monte Sinaí.
Zachariou resalta que debido a que el centro de recompensa del cerebro tiene un impacto tan fuerte sobre las respuestas analgésicas, se deben utilizar los medicamentos no opioides para el tratamiento de condiciones de dolor crónico severo. Los especialistas en dolor tienen varias alternativas para el tratamiento del dolor crónico.
Para los pacientes que ya son adictos a los opiáceos, "un medicamento alternativo para el dolor podría ofrecer un alivio más analgésico sin los efectos adversos de los opioides", según la principal autora del trabajo. Además, con esta investigación en la mano, el equipo de investigación subraya que dirigirse a esta molécula puede eventualmente conducir a un nuevo tratamiento para la adicción.
En el estudio, los investigadores utilizaron una nueva técnica conocida como optogenética, que permite la activación de las neuronas específicas a través de luz azul en tiempo real para determinar los tipos de células exactas del centro de recompensa del cerebro responsables de la respuesta analgésica reducida.
"En nuestro trabajo anterior, mediante la inactivación de RGS9-2, vimos un aumento de diez veces en la sensibilidad a la acción de recompensa de la morfina, una severa dependencia a la morfina, una mejor respuesta analgésica y un retraso en el desarrollo de la tolerancia", agrega la autora principal del estudio.
Mientras que los analgésicos opiáceos actúan en varias regiones del cerebro para aliviar el dolor, sus acciones en el centro de recompensa del cerebro también pueden afectar a la analgesia. El núcleo accumbens puede afectar al desarrollo de la tolerancia a la morfina a través de mecanismos que son distintos de los descritos en otras regiones del cerebro.
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