Redacción. Barcelona
Más de veinte especialistas en el ámbito de la esquizofrenia han diseñado un nuevo conjunto de categorías a nivel internacional para evaluar, diagnosticar y clasificar mejor la esquizofrenia, con un total de 1.454 nuevas categorías para describir esta patología.
Mercè Martín, Juana Gómez-Benito y Emilio Rojo.
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La nueva herramienta, en la que ha colaborado la Universidad de Barcelona y el Hospital Benito Menni CASM, forma parte de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) y está impulsada y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La clasificación CIF distingue las características y grados de esquizofrenia según el contexto de la situación personal y el entorno del afectado, como la sensación de dolor o su capacidad de atención para participar en su vida social o en el trabajo.
"La investigación ha consistido en extraer las categorías más relevantes para describir la esquizofrenia desde la perspectiva de todos los agentes implicados en la enfermedad", ha explicado el adjunto a la dirección médica del Benito Menni, Emilio Rojo, quien ha presentado la nueva herramienta junto a Juana Gómez-Benito, coordinadora de la línea de investigación en Conducta del Instituto de Investigación en Cerebro, Cognición y Conducta (IR3C) y catedrática de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UB y Mercè Martín, vicepresidenta de la Federación de Salud Mental de Cataluña.
En la elaboración de este conjunto de categorías han participado tanto personas afectadas como sus familiares y expertos de distintas disciplinas, como psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales o asistentes sociales.
La participación de las partes afectadas junto con los expertos ha permitido estudiar los problemas más comunes que experimentan las personas con esquizofrenia, así como los factores sociales y ambientales que pueden afectar a la salud de los afectados.
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