Redacción. Madrid
Científicos de la Escuela de Medicina de Baylor, en Estados Unidos, han liderado un estudio internacional que ha descubierto que la sobreexpresión del gen Shank3, que juega un importante papel en la función cerebral, puede estar detrás del comportamiento maniaco en el trastorno bipolar y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Huda Zoghbi.
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Hasta el momento se sabía que la mutación o ausencia de este gen desempeña un papel central en algunas formas de autismo, discapacidad intelectual y esquizofrenia. Pero ahora, los resultados de este trabajo publicados en la revista 'Nature' muestran que el aumento en la cantidad de este gen también puede ser perjudicial para la función neuronal, algo que ha sido confirmado primero en ratones y después en dos pacientes humanos.
"Para nuestra sorpresa, los ratones que sobreexpresan SHANK3 presentan convulsiones y comportamientos maniacos como hiperactividad, hipersensibilidad a la anfetamina y ritmos circadianos anormales", ha explicado a la agencia SINC Huda Zoghbi, autor del estudio.
Un análisis más detallado con ensayos bioquímicos y electrofisiológicos indicó que las neuronas de estos ratones tienen una actividad eléctrica anormal debido a los cambios en las sinapsis. Tras ello, los científicos identificaron dos pacientes humanos con trastornos neuropsiquiátricos, uno bipolar y el otro con TDAH, que tenían duplicaciones en la región cromosómica que contiene Shank3.
Más allá de la simple determinación de los síntomas asociados con la sobreexpresión de Shank3, este estudio sugiere los cambios moleculares y celulares que conducen al desarrollo de la conducta maniaca y quizás al trastorno bipolar.
Además, en el trabajo se han identificado tratamientos que podrían ser de utilidad para las personas con trastornos neuropsicológicos relacionados con la sobreexposición de este gen.
Para ello, los autores evaluaron los efectos de los estabilizadores del humor en estos modelos de ratón y observaron que el valproato (un ácido graso con capacidades anticonvulsivas), pero no el litio, es capaz de revertir el comportamiento maniaco.
"Estos resultados mejoran la comprensión de los mecanismos que contribuyen a estos trastornos neuropsicológicos y el tipo de tratamientos que podrían ser apropiados", concluye Zoghbi.
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