Redacción. Barcelona
La Consejería de Salud y la de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña trabajan para revisar el programa ‘Salut i escola’ y reforzar la salud mental en los centros educativos, después de la agresión mortal de un alumno de 13 años a un profesor en un instituto de Barcelona.
Boi Ruiz y Antoni Mateu.
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Lo ha explicado el consejero de Salud, Boi Ruiz, junto al secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, al preguntársele por este caso en la rueda de prensa sobre el primer año del Plan Interdepartamental de Salud Pública (Pinsap) de la Generalitat, e insistió en desvincular violencia de enfermedad mental.
Precisó que una vez revisen el plan plantearán “los puntos de refuerzo que se tengan que hacer de una manera clara”, y avanzó que no se hará uniformemente porque las poblaciones de riesgo no son las mismas, además de recordar que la relación entre Enseñanza y Salud Pública es continua.
“Hemos tenido una desgracia que no se debe repetir y reforzaremos lo que sea necesario en el sistema”, e insistió el consejero sobre la agresión, que considera excepcional, y destacó tanto el programa ‘Salut i escola’ como la red infantil y juvenil de salud mental en la atención primaria, que permitió detectar un aumento muy importante de demanda en este ámbito.
Incidió en que las personas con una patología mental no la deben esconder y en que la sociedad debe ser “receptiva para saber que es una persona diferente pero que no debe ser apartada como un elemento de asociación entre salud mental y violencia”.
Este es uno de los retos que apunta Salud, insistió Boi Ruiz: “Por mucho que pongamos mecanismos, si el que tiene una enfermedad mental se inhibe y no consulta porque tiene miedo al rechazo social, tenemos un problema”, lo que se debe abordar desde el sector sanitario y educativo.
Afirmó que, pese a la “desgracia” vivida en el instituto, Cataluña no tiene el problema de otros países en que las personas con enfermedades mentales están poco integradas socialmente y hay poca preocupación pública.
Y precisó que las consultas en salud mental en infantil y juvenil crecieron, mientras que la atención mental en adultos ha disminuido: “Eso significa que estamos más encima y hay menos miedo en llevar al niño a que le visite algún profesional porque tiene alguna alteración de salud mental”.
A su juicio, el aumento se debe a que existen más casos derivados de la situación socioeconómica. |