Redacción. Barcelona
Los problemas de salud mental entre niños y familias vulnerables han crecido de "forma importante" con la irrupción de la crisis, según un estudio presentado en la jornada ‘La construcción de una mirada conjunta en la salud mental infanto-juvenil’ organizada por la Federació d'Entitats d'Atención i d'Educació de la Infància i l'Adolescència (Fedaia).
Jaume Cuplés.
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El estudio, realizado por la Comisión de Salud Mental de la Fedaia y un equipo de la Universidad de Barcelona (UB) encabezado por Violeta Quiroga, analiza cómo la irrupción de la crisis ha hecho crecer los problemas de salud mental entre los niños y las familias que atienden las entidades de la federación.
El informe, que se desarrolló entre el 2013 y 2014 y se elaboró en base a grupos de trabajo desplegados en toda Cataluña, evidencia como el agravamiento de la situación económica de muchas familias está propiciando problemas como la ansiedad, el alcoholismo y la desatención de los niños.
La crisis ha provocado además el surgimiento de un nuevo perfil de pobreza representado por familias que han perdido su poder adquisitivo, lo que genera frustración y situaciones de conflicto con los niños y adolescentes.
Quiroga ha afirmado que la situación se ve agravada por la extinción de servicios especializados que podrían cubrir algunas necesidades específicas: "Los profesionales detectan escasez de recursos y al mismo tiempo crecimiento de las listas de espera para acceder a la atención".
El coordinador de la Comisión de Salud Mental de Fedaia, David Ruiz, ha destacado que muchas familias están centradas en conseguir recursos para cubrir las necesidades básicas del hogar y descuidan otros aspectos que son igualmente importantes para el desarrollo de los niños y que permiten mantener un vínculo afectivo de calidad.
"Más expuestos"
El presidente de la Fedaia, Jaume Clupés, ha asegurado que vivir en la pobreza y en la exclusión social condiciona las capacidades y oportunidades de los niños y adolescentes "en todos los sentidos: tienen más problemas de aprendizaje, de desarrollo psicosocial y están más expuestos a padecer problemas de salud mental".
Ha explicado que desde el inicio de la crisis los servicios de Fedaia reciben niños con problemas de salud mental a edades más tempranas y con diagnósticos más graves.
El estudio pone de manifiesto algunas tendencias como un aumentodel número de trastornos, pero también de niños que se ven afectados por problemáticas de salud mental; un inicio del consumo de tóxicos a edades más tempranas; el malestar y la angustia de las familias relacionadas con las nuevas situaciones de pobreza, y la detección a edades cada vez más tempranas de falta de estimulación y problemas de desarrollo y aprendizaje.
Según el estudio, las familias también tienen dificultad para acceder a recursos terapéuticos, ya que una parte de la población que antes utilizaba la red privada ahora se ve obligada a acceder a la pública, que se encuentra saturada. |