Redacción. Madrid
Científicos del Centro del Corazón de la Universidad de Hamburgo (Alemania) han descubierto que las personas con un latido irregular del corazón también pueden tener un mayor riesgo de estar deprimidos, según los resultados de una investigación publicada en la revista 'PLoS One'.
Renate Schnabel.
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El riesgo adicional es pequeño, según han reconocido los autores de este trabajo, y está en consonancia con lo que ya habían descubierto otros estudios que han relacionado los trastornos cardiacos con la depresión.
Los médicos saben desde hace tiempo que el estado mental de los pacientes puede afectar a su autocuidado, a la hora de seguir las indicaciones para tomar sus medicamentos o al percibir la carga de su enfermedad.
En este estudio, la investigadora Renate Schnabel y su equipo querían saber si la depresión puede afectar el curso de la fibrilación auricular -trastorno del ritmo cardiaco que afecta a las cámaras superiores del corazón- y a la percepción que tienen los pacientes de su enfermedad, para lo que analizaron datos de 10.000 adultos, de los que sólo 309 tenían esta enfermedad cardiovascular.
Los investigadores midieron la depresión de los participantes con una escala de 0 a 27, en la que la puntuación más alta indicaba una depresión severa.
De media, las personas con fibrilación auricular obtuvieron un 4, frente a los 3 puntos de media de quienes no tenían un latido irregular, una diferencia mínima que en ningún caso sería suficiente para justificar el tratamiento para la depresión.
Schnabel y su equipo encontraron que la diferencia en la gravedad de la depresión detectada estaba motivada principalmente por los síntomas físicos de la depresión, tales como dolores y molestias, siendo más frecuente o intenso en personas con latidos irregulares del corazón.
De hecho, apuntan que la detección y el tratamiento de los síntomas de depresión podría ayudar a los pacientes cardiacos a sentirse mejor físicamente e incluso mejorar su enfermedad.
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